La pelea por la identidad del usuario
Hace algunos años, cuando trabajaba para Vodafone R&D en Walqa, se hablaba de que uno de los grandes activos de las operadoras móviles era tener la identidad del usuario.
Cuando hablo de identidad de usuario me refiero, no sólo a los datos de identificación que implica el alta en un servicio (sea online o no, como es el caso de las operadoras móviles), sino a todos los datos que genera un usuario en su interacción con ese servicio. En esos momentos, las operadoras móviles se sentían fuertes con la enorme cantidad de abonados que manejaban, aunque, en la mayoría de las ocasiones, no tuvieran datos de gran valor y,desde luego, apenas se trabajase con la información.
Hace tiempo que el centro de la lucha por la identidad del usuario se ha movido desde las compañías de telefonía a la web… y ahí sigue. A todos se nos ocurren los datos que tenemos y generamos diaria y, no se olvide, casi siempre voluntariamente (lo sepa la mayoría de usuarios o no, ahí están esas bonitas páginas de ‘acuerdos de uso’) en nuestras cuentas de Google, Facebook, Twitter…
La peculiaridad de haber movido el centro de la pelea a la web es que, al contrario de lo que pasaba con nuestro nº de móvil (en general, único y perteneciente a una determinada operadora), nuestra identidad de usuario en internet está fragmentada en multitud e servicios y redes sociales, cada una de las cuales ‘posee’ datos de nuestra identidad. Y aún más complicado: Estas webs, redes y servicios, muchas veces, están enlazadas unas con otras (afortunadamente? para nosotros, los usuarios) a través de APIs propias o desarrollos de terceros.
Con este escenario, no era de extrañar que la lucha por conseguir más usuarios y más datos de cada identidad, llevara a roces interesantes, como los que se comentan en (http://nyti.ms/hr2QXN). Esperemos que no salgamos perdiendo los usuarios.