Teoría de la Empresa (0)

marzo 17, 2011

Comenzamos una temática de posts en los que intentaremos explicar, espero que sin omisiones importantes, algo de Teoría de la Empresa desde el punto de vista de los estudios académicos. En los casos en los que aplique y se vean implicaciones claras en la gestión, trataremos de ampliar las aportaciones trasladando el foco al mundo de la empresa.

Las fuentes de las que se alimentarán estos posts son las sesiones sobre «Transacciones y contratos. Fundamentos de Gestión de Organizaciones», impartidas por Vicente Salas en los cursos de Doctorado (Gestión de Organizaciones) de la FCCEE de Unizar.

¿Por qué explicar algo tan básico y (supuestamente) académico al lado de otros posts mucho más actuales y prácticos?

Sencillamente, creemos que es fundamental conocer las bases de la gestión de organizaciones desde este punto de vista, para luego poder pasar a las bases de la gestión y la organización de empresas en el «mundo real».

Seguro que a muchos sorprenderá ver la relación de ambos mundos y, sobre todo, encontrar respuestas que el mundo académico ya ha dado a comportamientos organizativos que podemos ver en nuestras empresas a diario. A lo mejor hay que mirar un poco a la Universidad antes de pasar por una Escuela de Negocios… Desde luego, ambas nos darán respuestas valiosas y complementarias.

Muy a gran escala, la separación entre el mundo académico y profesional en estos ámbitos se puede ver como Microeconomía vs. Dirección de Empresas: Mientras que la primera se centra en la Teoría de los Mercados y la Teoría de la Empresa, la segunda trata de formular la estrategia empresarial y crear la Organización que ejecute con eficiencia la estrategia.

Así, la Teoría de los Mercados (organización/economía industrial) tiene su espejo empresarial en la formulación de la estrategia, mientras que la Teoría de la Empresa (economía de las organizaciones/institucional) se corresponde con el diseño organizativo interno adecuado para la ejecución de la estrategia.

En el siguiente esquema lo podemos ver más claramente:

Para terminar este artículo introductorio y, antes de dar los primeros pasos con las bases de la Teoría de la Empresa, que ya dejaremos para otros posts, vamos a citar muy brevemente los fundamentos de la Ciencia Económica.

La economía, como cualquier otra ciencia, trata de dar una explicación (más o menos completa) de la realidad. Como Ciencia Social, la economía se centra en el comportamiento humano, y su principal premisa para explicar esta realidad es la hipótesis de racionalidad:

«Las decisiones de las acciones de las personas son coherentes con sus preferencias». Bajo esta premisa, se asume que las personas conocen sus preferencias y que tienen facilidad para actuar con coherencia.

Por tanto, la economía tiene como principal aportación metodológica el hecho de que, si conozco mis preferencias, se puede predecir mi conducta (racionalidad).

Los fundamentos anteriores nos servirán como base para explicar poco a poco las diferentes aportaciones a la Teoría de la Empresa.

PD. Estos fundamentos también están bajo discusión en otras corrientes de pensamiento: Los psicólogos Kahneman y Tversky (el primero, Premio Nobel de Economía en 2002) critican la visión clásica de la economía sobre la valoración de las preferencias (Teoría de las perspectivas).

Por otro lado, Herbert Simon, precursor de la Inteligencia Artificial, y también Premio Nobel de Economía (1978) introdujo el concepto de racionalidad limitada a la hipótesis clásica de racionalidad. Extremadamente positivo es el acercamiento de Simon a este tema desde múltiples disciplinas: Economía + Psicología + Informática.

Para toda la explicación de la Teoría de la Empresa, dejaremos inicialmente a un lado estas 2 corrientes.

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