Business Intelligence en la empresa: Mucho por madurar

febrero 20, 2012

Es muy frecuente encontrar estudios y artículos que nos muestran una realidad incómoda en el mundo del Business Intelligence: La incapacidad o fracaso de las empresas de aprovechar sus sistemas de BI. Así que esta vez vamos a tratar de reflexionar en las causas últimas de estos fracasos.

Que el BI lleve varios años siendo una de las primeras inversiones tecnológicas de las empresas, una de las preocupaciones principales de CIOs y CEOs, uno de los mercados tecnológicos más activos, innumerables informes de Gartner, Forrester, Cognizant, etc…. no es más que la constatación de que se está vislumbrando (sí, todavía) el poder de la información. Parece un mensaje ciertamente antiguo a día de hoy, porque una gran mayoría del ‘mundo BI‘ es tecnológico y, desde dentro, parece que todo el mundo deba estar en el mismo estadio. No sucede así.

Hasta que esto no cambie, y veamos cómo el BI en particular (y el conocimiento que pueden aportar a la empresa los IS en general) es liderado por el mundo de la estrategia empresarial, no veremos realmente una explotación efectiva de la información, una capitalización que lleve realmente a una verdadera economía de la información.

Pasa mucho en tecnología: Un late adopter tecnológico es un early adopter fuera de ese ámbito; Un early adopter tecnológico es un visionario para el profano.

Realmente pensamos que este es el problema de raíz, más allá de los muy mencionados (acertadamente) falta de patrocinio/liderazgo de la Dirección, fallo al establecer los objetivos y métricas, resistencia al cambio, etc. Son todos ciertos, pero realmente se podrían evitar o minimizar simplemente con un traspaso de la responsabilidad sobre la información desde lo tecnológico a lo estratégico (de nuevo reiteramos lo importante de las palabras)

Quizás leer esto puede desmoralizar un poco si llevas muchos años en este campo, pero creo que no es así. Conviene tomar una cierta perspectiva para ver que, en este caso, los IS no tienen su verdadera potencia en la optimización, la eficiencia, la comunicación o la automatización en la empresa, sino en la gestión y capitalización de uno de los más importantes activos: La INFORMACIÓN. Comentábamos anteriormente que el uso más amplio (no sólo tecnológico) que parece verse en uno de los conceptos de moda últimamente, el «Big Data«, nos hace ser muy optimistas.

Por supuesto, existen cada vez más organizaciones que saben gestionar excelentemente datos externos y de su propia actividad, apalancarse en la información obtenida mediante BI, incluso que permiten fundamentar sus estrategia en este tipo de activos.

Sin embargo, son la excepción. Todavía queda mucho por madurar en este campo.