Estrategia de Sistemas de Información: En qué estado estoy? (II)
Analizábamos en el primer post sobre el análisis del estado de nuestros SI la necesidad de identificar aquellos que nos proporcionan «información valiosa» frente a los que no.
NOTA: Para ver la aplicación de este post a tus sistemas, es útil tratar de aplicarlo a todas las TI que tiene tu organización: software de control/maquinaria, CRM, email, aplicaciones de desarrollo software, etc… lo que se te ocurra.
Pues bien, si ya hemos identificado estos sistemas, en este post vamos a centrarnos en el resto, aquellos que no nos la proporcionan (o bien que desconocemos si la proporcionan o no). En este grupo tenemos 2 opciones:
1) Respecto a las TI que resultan esenciales o importantes para nuestra organización:
Evidentemente, no podemos prescindir (al menos, en estos pasos iniciales) del software de control de nuestras máquinas o infraestructura, o de elementos de comunicación básicos como foros o email (… o sí podemos?: Trata de ver si podrías sustituir esa funcionalidad de comunicación por otra tecnología que SÍ te proporcione información valiosa, accesible y utilizable con un menor esfuerzo).
Son tecnologías que, aunque no nos proporcionen información valiosa, independientemente de que pudieran hacerlo, no podemos eliminarlas sin más de la organización.
2) Aquellas TI de las que podríamos prescindir:
Aparentemente este punto puede darnos un poco de miedo o vértigo… «¿Eliminar estas TI directamente? Pues si están ahí por algo será…». Entonces: ¿Cómo sé realmente si puedo prescindir de estas tecnologías?
La primera acción que debemos tomar es tratar de convertir a estas TI en generadores de información valiosa, es decir, en SI valiosos. Aquí se trata de evaluar varias posibilidades:
a) Si estos sistemas son capaces de generar información (p. ej., son susceptibles de producir salida de datos que ahora no producen), los mantendremos para analizarlos en una etapa posterior.
b) Si estamos completamente seguros de que no van a producir una información valiosa, se deba plantear prescindir de ellos, no sin antes evaluar las implicaciones que esto nos conlleva. Pero también sin miedo, si has llegado hasta aquí y has identificado algo en este subconjunto, por algo será.
Todos los pasos anteriores son solamente precondiciones para la pregunta más importante que tenemos que hace, en el siguiente paso: ¿Para qué queremos los datos, la información? ¿Tenemos claro qué hacer con ella, qué valor vamos a extraer? De esto hablaremos en otro post.