Teoría de la Empresa (6) – Kandel y Lazear

octubre 10, 2011

El artículo que analizamos en esta ocasión es el publicado por Kandel y Lazear en 1992: «Peer Pressure and Partnerships«. Journal of Political Economy Vol. 100, No. 4 (Aug., 1992), pp. 801-817

Se trata de un trabajo que trata sobre la motivación en el trabajo y de cómo la presión ejercida por los pares puede servir como mecanismo de control del rendimiento en la empresa.

Este análisis se realiza contemplando otros factores utilizados para afectar al rendimiento y crear incentivos en la empresa, como son la participación en beneficios, la culpa, la vergüenza, las normas o la empatía. En esta línea, el control mutuo (realizado entre iguales) es una alternativa cuando es inviable o demasiado caro realizarlo de manera centralizada. Así pues, los autores realizan un análisis sobre el papel de la cultura organizativa en la motivación y su influencia en la eficiencia de la empresa.

El objetivo esencial del trabajo es, por tanto, investigar las condiciones bajo las cuales la presión entre pares es adecuada, más allá de mostrar si la participación en los beneficios puede ser o no una solución al problema de agencia.

El artículo se encuentra en un contexto histórico (crisis de finales de los 80) en el que la competitividad del modelo anglosajón estaba en entredicho debido al éxito de la industria japonesa. El modelo organizativo americano tenía sus bases en la jerarquía, mientras que el japonés podría decirse que se fundamentaba en autogestión + cultura.

Según se decía en Alchian y Demsetz, la autogestión no puede superar a la jerarquía (problema del polizón), por lo que este trabajo intenta ver cómo la cultura organizativa puede corregir las debilidades de la autogestión.

La novedad de este trabajo radica en que, mientras la ortodoxia económica propone que la conducta es el resultado entre preferencias y restricciones (y la economía influye en estas últimas, ya que las preferencias vienen dadas), los autores proponen vincular la cultura con las preferencias, y así poder influir en estas.

El trabajo presenta varias conclusiones acerca de la presión entre pares como efecto motivador. Entre las principales se afirma que la presión entre pares y la compartición de beneficios (u otro tipo de partnership) suelen darse conjuntamente. Así, se generan incentivos cuando el individuo empatiza con aquellos a los que afecta su desempeño.

Dejando ya a un lado el contenido específico del artículo, resulta interesante tratar un poco más en detalle el tema de la cultura (definida en este contexto como las formas generalmente aceptadas en una sociedad sobre la conducción de las relaciones interpersonales). Dos de las manifestaciones más comunes de la cultura son la presión social y los sentimientos sociales.

La presión social la forman los mecanismos a través de los que se penaliza las conductas que se desvían de una norma. Si al modelo de autogestión propuesto por Alchian y Demsetz le añadimos este concepto, estamos añadiendo una norma sobre el esfuerzo (lo que la cultura espera del individuo). De este modo, se modifican las preferencias de la persona, que ya no sólo se ve influida por la compensación económica del trabajo, sino también por la penalización por salirse de la norma.

Por su parte, los sentimientos sociales son las capacidades de las personas para reconocer el bienestar de los demás como parte del propio (amistad, solidaridad, altruismo, celos, envidia, …). Así, la solidaridad entre trabajadores modifica la función de utilidad del individuo, ya que se incluye el propio beneficio y el del compañero en dicha función.

Un tema muy interesante, el de la motivación como determinante del desempeño. Seguro que todos encontramos ejemplos todos los días en nuestro trabajo.

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